Una escuela de hockey sobre césped que empezó hace siete años para darle una chance a muchos chicos que muestran condiciones para el deporte, pero que no tenían medios económicos para poder jugar.
El sueño de una familia empezó a gestarse de a poco. Valeria Gremoliche y Miguel Ángel Rubino empezaron a reunir chicos en plazas para entrenar. Actualmente juegan en la Liga de Albardon y en otros torneos abiertos. Hace cuatro años que viajan al Torneo de San Luis que se juega en el Ave Fénix. Ahí lograron campeonar y buenos resultados. Lo mismo en los torneos provinciales.
Pero Valeria nos contó que el premio mayor “es darle una oportunidad a los chicos que conozcan el deporte, que tengan una oportunidad. Algunos juegan en clubes grandes que están en la Asociación, otros son seleccionados para jugar en torneos interprovinciales”. Por eso fundaron Halcones, para que los chicos cumplan sus sueños.
En la Escuela hay chicos de todos las edades. Juegan de once o de siete jugadores, pero si hay pista no se achican y también muestran su juego y ganan trofeos.
Lo mismo que los más pequeños que estuvieron en Los Evita con grandes resultados.
Cada logro vale doble. Más cuando viene de noches frías, entrenamiento duro, en una cancha cuando puedan alquilarla, pero generalmente de una plaza, cómo la que está detrás de la Terminal. También un parque como el de Rawson, dónde puedan y haya un espacio para rodar la bocha.
Ellos viajan este viernes a cumplir más sueños, a cumplir con la pasión de jugar. En San Luis donde muchos halconcitos juegan en distintos equipos como refuerzos, otro orgullo de Valeria. Esa misma pasión que los hace trabajar mucho para conseguir plata para los pasajes, estadías y todo lo que haga falta para cumplir sueños de muchos chicos que aman jugar al hockey.