Por recomendaciones, la UAR decidió interrumpir la segunda jornada del certamen a minutos de comenzar los partidos.
Caras largas, desazón y ceños fruncidos fueron las postales de los pibes cuando se enteraron que no iban a jugar. ¿El motivo? Evitar que la Pandemia Coronavirus se propague en todo el país.
La intención es noble y tiene lógica. Sin embargo, ¿hacia falta esperar menos de una hora para tomar la decisión? Los chicos de UROBA y Chubut (por citar algunos ejemplos) viajaron más de 24 horas desde sus provincias para disputar el partido. Esto implica para los jugadores faltar a clases y entrenadores a sus trabajos.
Lo cierto es que no hubo acción este fin de semana en el Argentino Juvenil M18. La reanudación del mismo aún no tiene fecha concreta. Además, los pibes no podrán entrenar por 14 días como mínimo.
La decisión estuvo correcta. Mejor prevenir antes que curar. Pero, es entendible el enojo de los participantes del certamen. Tal vez lo mejor sería que esto se diera a comunicar el jueves. Es tiempo de tomar esta pandemia con seriedad y responsabilidad para que el Coronavirus no sea un problema serio en la Argentina.