Los Cardos dieron vuelta el tanteador para imponerse 20-17 ante Inglaterra en Murrayfield. Los locales volvieron a ganarle por segunda vez en forma consecutiva a la Rosa tras 33 años sin poder hacerlo.
Partido vribrante. No tan bien jugado entre ambos equipos pero la emoción siempre estuvo presente. El partido fue para los escoceces porque supieron aprovechar su momento ante un irregular equipo inglés, quien tuvo todo para ganarlo pero las imprudencias lo privaron de la victoria.
Deslucida fue la primera etapa. El dominio era para la Rosa pero no pudo percutir la defensa local. Sin embargo, en el primer quiebre que tuvo Escocia logró apoyar la pelota en ingoal ajeno a través del debutante Ben White; luego, Finn Russel estiró diferencias tras acertar una conversión y penal. La visita solamente pudo achicar diferencias por intermedio de Marcus Smith para irse al descanso 10-6.
La tónica del clásico no cambió. Poco importó para Inglaterra, pues pudo romper el cerco defensivo y dar vuelta el tanteador gracias a Smith; quien llevó la cifras 17-10 tras ser precisos a los palos. Cuando parecía que los dirigidos por Eddie Jones se quedaban con el partido, un try penal, por matar el juego, para los Cardos cambió la tónica del encuentro y los locales sacaron rédito. A falta de 10, Russel volvió a meter un nuevo penal y poner las cosas 20-17. La Rosa fue por todo pero se topó con el candado del local. Final y victoria de los escoceses, quienes arrancaron con el pie derecho en el Seis Naciones.
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