Frenético, sin descanso. Pudo ser para cualquiera de los dos, pero el pitido final decretó un empate que endulzó los ojos al público presente que se deleitó de un hockey exquisito donde tanto la roja como los lusitanos buscaron hasta el último segundo el triunfo.
Los primeros minutos del partido fueron de puro estudio en ambos equipos. Fue Portugal quien destrabó rápidamente el pleito con un ataque profundo de Tiago Sanches abrió el marcador para los lusitanos. Sin asimilar el primer golpe, la Roja recibió otro mazazo. Una buena contra dejó a Victor Oliveira cara a cara con Rechel Viña y estampó el segundo tanto enviando la bocha al ángulo izquierdo del arco. Poco a poco España volvió a tomar la riendas del partido, pero cada disparo al arco lo hizo incómodo ante la buena presión de los portugueses. Sobre el final, Felipe Martin puso el 3 a 0 para irse al descanso imponiéndose a pura efectividad.
Más frenética fue la segunda mitad. La Roja entró decidida a revertir el resultado adverso. «El sí se puede» en las tribunas comenzó a tomar forma, pues los actuales campeones mostraron sus credenciales. Ataque dinámico y versatilidad para definir puso a España a tiro del empate tras las conquistas de Bruno Saavedra y Eloi Cervera. El partido se hizo de ida y vuelta porque ambos buscaban la victoria para allanar el camino a semis. La Roja iba al ataque, los lusitanos explotaban las contras. Fue así que los arqueros mostraron toda su jerarquía tapando mano a mano. El empate llegó tras una extraordinaria jugada de Bruno Saavedra, quien sacó a relucir todo su talento para vencer a Francisco Fernandes y poner el partido en tablas. El partido continuó con la misma sintonía, ninguno pudo concretar el gol del triunfo y terminaron tres iguales.
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