Los pibes lo dieron vuelta y llevaron a la Argentina a la final

Con el alma. Más no se le puede pedir a estos pibes. Dejando hasta el último aliento Argentina fue en busca del sueño dorado. Por momentos se volvió en pesadilla. En otros fue alimentándose de esperanza. La albiceleste intentó por todos lados. Tal vez pecó mucho de individualismo porque cuando apostó al juego colectivo sometió a la visita pero hizo todos los méritos para llegar a la final. Cuando no quedaba nada, aparecieron los goles que no pudieron meter en gran parte de la semis y la albiceleste logró imponerse para meterse en una nueva final en un Cantoni que explotó del aliento por parte del público sanjuanino.

La Roja siempre es la Roja en esta instancia. Ser cerebral en estas instancias es una de las virtudes más valiosas para alcanzar el objetivo y en la mayoría del juego puso condiciones cortando jugadas y moviendo la bocha para encontrar los huecos que dejaban los locales. Sin embargo, no pudo contener tanto asedio argentino y cayó de pie ante unos pibes que siempre se tuvieron fe aun cuando el cotejo se volvió muy adverso.

 

Dientes apretados fue la primera etapa. Ambos equipos buscaron imponer su juego de manera muy física. Argentina era más profundo con la dupla Giuliani-Olmos pero siempre falló en el disparo final. España era más paciente y en la primera que tuvo logró vencer a Carrión. Saavedra aprovechó la marca pasiva y metió un disparo rasante al palo derecho del portero mendocino para meter el 1 a 0 para la Roja cuando promediaba los 5 minutos. Los españoles cortaban todo tipo de juego de la albiceleste y aprovechaban los espacios que dejaba el equipo del Pájaro Garcés. Saavedra tuvo dos claras pero esta vez el uno argentino le cerró el arco. Con el correr del tiempo, el quinteto nacional fue preso de su ansiedad y apeló a las individuales. Esa estrategia le permitió a los europeos bajar el ritmo y mover la bocha de un lado a otro. El partido se hizo a pedir de España, quien tuvo chances clara para ampliar diferencias pero Carrión la contuvo. Sin embargo, a 2:30 para el final, Sebastiá Moncusí hizo justicia para poner el 2-0 e irse al descanso arriba del marcador.

La tónica cambió en la segunda etapa. Los pibes entendieron que el juego colectivo era el camino para empezar con la remontada. Fue así que en el primer ataque, la albiceleste sacó un penal. Olmos hizo un tiro rasante para dejar las cosas 2 a 1. La Roja sintió el golpe y la táctica propuesta en los primeros 25 minutos se cayó abajo. Otra dura infracción por parte de Pujol le permitió tener un libre directo. Giuliani con mucha frialdad le mostró la bocha a Bosch y la enganchó al ras del piso del palo izquierdo para estampar el 2 a 2. España tuvo el tercero por un libre directo pero el mendocino Carrión le puso un candado al arco y con una doble ajada alejó el asedio de la visita. El partido se volvió frenético donde cada equipo cambió golpe por golpe. Lo tuvo el quinteto nacional, pero los remates se iban por el costado de los palos. En la primera que España econtró a los locales desordenados marcaron la diferencia. Una buena triangulación dejó solo a Saavedra con el arquero y este la payaneó para marcar el 3 a 2 a falta de 14 para el final. El cotejo se hizo cuesta arriba nuevamente a los dirigidos por Garcés porque la ansiedad por empatar como sea le falicitó las cosas a los europeos, quienes eran más cerebrales y más profundo aprovechando los espacios. A falta de cuatro para el final, los europeos llegaron a la décima falta. Chambella buscó mover al arquero pero el catalán contuvo el disparo del mendocino. Pasaban los minutos y el tiempo se convirtió en otro rival a vencer. El libre llegó para la visita y en dos oportunidades Carrión contuvo los disparos de Moncusí y Saavedra. A falta de dos minutos llegó el desahogo albiceleste. Torres emergió por el cuadrado y con un remate certeró estampó el 3 iguales. El Cantoni explotó y el Estadio se volvió una verdadera caldera para que la Albiceleste someta a la Roja. La visita tuvo la última pero otra vez Carrión le puso un candado a su arco y decretar el 3 a 3.

En el primer tiempo del tiempo extra. Argentina pensó más las jugadas. El quinteto del Pájaro Garcés se paró mejor y los espacios comenzaron aparecer. Torres tuvo una clara pero Bosch lo atajó. Sin embargo cuando quedaban 35 segundos esta vez el cuatro la mando a guardar. Torres se hizo gigante en el área y ajustició al arquero catalán para pasar por pirmera vez en el marcador. El resto se volvió golpe por golpe pero terminó 4 a 3 a favor del conjunto nacional.

El segundo tiempo extra fue a pedir albiceleste que con mucha asuticia logró pasarle la presión a la Roja y moviendo la bocha le fue cerrando los caminos. En la última,  Giuliani sacó a pasear al portero catalán y poner  el 5 a 3 definitvo y desatar el delirio del Cantoni. Final del partido. Ganaron los pibes. Con el alma, con el corazón y con toda la hinchada sanjuanina detrás dieron vuelta la historia para meterse en el partido deciviso ante Italia.

Comentarios