Noche mágica en el Cantoni. Como aquellas epopeyas que hicieron vibrar leyendas de nuestro hockey. Hoy la escribieron estos pibes que volvieron a meterse en una nueva final. Pero para eso debieron dar un duro examen ante Italia. Los tanos están en ese camino de volver a ser y en San Juan comenzaron a transitar ese camino.
No fue sencillo pero la albiceleste logró destrabar un partido chivo ante un rival que no le regaló nada y lo hizo con su ADN: siendo verticales jugando cada pelota como si fuera la última. Esta vez el héroe fue Gonzalo Romero. El Nolo entendió cómo debía jugar y con la potencia de su disparo desbloqueó la llave.
De dientes apretados fueron los primeros instantes. La presión alta en ambos equipos llevaron a que cada pelota se disputase a muerte. Esta vez la albiceleste fue más cerebral y paciente sabiendo que el momento iba a llegar. Ordoñez y Álvarez tuvieron dos claras pero los disparos se fueron desviados. Con el correr de los minutos, Argentina fue adueñándose de la boch. Mucho tuvieron que ver los ingresos de Ezequiel Mena y Carlos Nicolía; pues ambos le dieron mayor movilidad y profunidad a los dirigidos por el Negro Páez. Promediando los 10 minutos, el seleccionado nacional sufrió un duro golpe. Matías Platero se lesionó y en esa acción desembocó una pequeña trifulca donde Gonzalo Romero y Federico Ambrosio vieron la azul y la roja al Martín Jaquierz (entrenador de arquero). Este desconcierto fue beneficioso para la Azzurra porque fue en busca del primer gol y en dos ocasiones pudo hacerlo pero Conti Acevedo logró frenarlo cuando los locales defendían con tres hombres durante cinco minutos.
A falta de 4, el quinteto nacional tuvo la más clara. Ordoñez tuvo un libre directo pero Riccardo Gnata le ahogó el grito. Cuando la albiceleste no podía romper el triángulo defensivo, Gonzalo Romero sacó un sablazo por el centro de la pista para hacer delirar el Aldo Cantoni y poner el 1 a 0 para Argentina. al poco andar, Nolo tuvo otra pero esta vez la fortuna estuvo del lado italiano, pues el palo y la espalda del arquero privó a la bocha ingrese nuevamente. En la última, Italia provocó un penal y Romero lo cambió por gol. El jugador del Lisboa tiró otro bombazo para decretar el 2 a 0 e irse al descanso con mayor tranquilidad.
La historia comenzó a cerrarse al comienzo de la segunda mitad porque Ordoñez metió una finta cuando ingresaba al cuadrado y en el rebote la mandó a guardar para poner el 3 a 0. Con aplomo y autoridad los dirigidos Por el Negro Páez dominaron la bocha y aprovechó el apuro de la Azzurra, quien salió a buscar torcer la historia. Innumerable fueron las ocasiones que generó pero no lograban ampliar diferencias. Pasaban los minutos y el partido se volvió de ida y vuelta. Ambos arqueros se lucieron con atajadas de alto vuelo porque el 3 a 0 prosiguió. A falta de dos minutos Giulio Cocco logró romper la valla a Acevedo para poner el 3 a 1. Los tanos fueron a quemar las naves pero ya era cosa juzgada. Solamente quedó la roja para Giulio Cocco por agredir a un jugador argentino y un libre directo. Carlos Nicolía le puso la frutilla del postre al colocar el 4 a 1.
Final. Ganó Argentina y se metió en el partido definitorio el próximo domingo. Con autoridad llega a la pelea por el título ante Portugal. El Aldo Cantoni cobijará a los dos mejores equipos del certamen por lo que promete ser una final para alquilar balcones.
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