Los Torres viven en 9 de Julio y como muchas familias de esa zona son trabajadores rurales. Nadia y Diego tienen una familia que conforman sus 6 hijos. Entre ellos está Lautaro que tiene 16 años y siguió los pasos de su mamá y si tía, jugar al hockey sobre césped. Ahora es uno de los integrantes de los equipos que viajan a Mendoza y por ahora son los únicos que cuentan con inferiores en la provincia de San Juan.
Si bien no es el único caso en la Universidad que hace un recorrido extenso para ir a entrenar, este nuevejulino todos los día debe tomarse dos colectivos para llegar hasta El Palomar, sino que la historia de los Torres es la que en sí demuestra que el esfuerzo y el apoyo en el seno familiar sigue siendo importante para que los chicos puedan realizarse en los deportes y cambiar su vida a través de ellos. En este caso haciendo el deporte que más le gusta.
Lautaro entrena dos veces por semana, nos dijo que debe tomarse dos colectivos para ir y venir de su casa al Palomar, donde entrena con las divisiones inferiores del hockey sobre césped de Universidad. También nos contó que el grupo de compañeros que tienen es muy bueno y se siente muy cómodo. Además dijo que va a la escuela y cursa el tercer año de la secundaria. Cuando sale del cursado escolar, agarra el bolso y se va a esperar el colectivo a eso de las 18. También contó que está muy agradecido por todo lo que aprende en los entrenamientos y que jugar en Mendoza es lo mejor que le pasó en la vida.
Para Nadia, su mamá, es un sueño hecho realidad, ella vive para los ojos de su Lautaro y que haya logrado el sueño de jugar al hockey de la manera que lo hace, sin dudas es algo que le infla el pecho de emoción. El esfuerzo que hace junto a su marido va destinado a que a Lauti no le falta nada. Inclusive cuando hay más hermanos, pero siempre una parte de los ahorros están pensados en poder comprar zapatillas o el palito usado, medias y lo que necesite. La mamá d eLautaro está muy agradecida con la Universidad y con el staff del hockey de varones de Los Patos, además contó que especialemnte con Valeria, una de las mamás de la U, que también dice presente cada vez que le chico debe quedare en la ciudad pcuando se pasa los horarios de colectivos o debe viajar a Mendoza para juagr.
Ellos trabajan todos los días en un finca cercana a su casa y con lo que ganan se sostienen, además de solventar los gastos que pueden el deporte que practica Lautaro.
Una de las ayudas importantes es la beca que recibe el adolescente de la Asociación Amigos del Hockey de la Universidad y de la Secretaría de Bienestar Universitario que le permiten jugar gratis. Además recibió un palo por parte del Municipio de 9 de Julio pero que necesita renovación.
Una historia de superación personal que permite el deporte, de una familia que a pesar de la adversidades hace lo imposible para que uno de sus hijos pueda hacer lo que le gusta. Sin importar el sacrificio diario, siempre tratan de darle todo lo que pueden para que Lautaro pueda llegar desde la villa cabecera del departamento 9 de Julio hasta el Palomar para jugar al hockey.
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